Redes sociales, Social media, Medios Sociales… actualmente podemos ver como estos tres términos son utilizados tanto por profanos como por profesionales de la comunicación 2.0 para referirse a las plataformas sociales de la web: Facebook, Twitter, YouTube, etc. Los Medios sociales han superado al correo electrónico para convertirse en la cuarta actividad más popular de Internet, tras las búsquedas, la navegación por páginas web y la utilización de aplicaciones de software. Además, según uno de los últimos estudios de Nielsen sobre comportamiento de los usuarios en medios sociales10, el 80% de la población en Internet visita habitualmente una Red Social o un blog, donde se invierte más de una cuarta parte del tiempo que estamos conectados.
El desarrollo de la Web 2.0, unido a otros cambios sociales (como el incremento de la esperanza de vida, un mejor nivel socioeconómico y la popularización del acceso a Internet) han tenido como consecuencia un cambio en la naturaleza de los consumidores y usuarios: los usuarios ya no se limitan a consumir y recibir pasivamente información, sino que también la crean, participando en activamente en el proceso comunicativo e informativo. Evidentemente, no podemos entender este cambio sin las herramientas de la Web 2.0, que permiten a los usuarios editar y publicar contenidos de forma sencilla, sin necesidad de tener más que conocimientos informáticos básicos, a nivel usuario.
Gracias al acceso a Internet, el consumidor está más informado, busca, recopila y compara información sobre marcas, empresas, productos y servicios y comparte esta información con sus contactos, estableciendo conversaciones que pueden impulsar nuestro negocio o marca o llegar a hundirlo. Tener control y tomar una postura activa en las conversaciones de los usuarios es el objetivo de nuestra actuación y una actividad que no pueden dejar de lado las marcas, puesto que las consecuencias pueden ser devastadoras.